miércoles, 15 de diciembre de 2010

Capítulo 5 : Ahuyentando el Deseo

Volví a dormirme después de darme una ducha fría y quitarme el sudor; o despojarme de la ensoñación. No pude conciliar el sueño, pues no conseguí deshacerme de las imágenes en mi cabeza. Dando vueltas sin parar.
Amanecí con un gran sueño y bastantes ojeras. Podría quedarme toda la mañana en casa durmiendo, pero sería inútil. Prefiero estar despierta a volver a soñar con Alex. No entendía lo que me pasaba. ¿Lo conocía de un día y ya soñaba con él? Mientras desayunaba, miraba mi horario. Unas clases penosas, más que el día anterior. Por supuesto, me tocaba de nuevo Biología. No podía cambiar de sitio. Según el profesor, el lugar para sentarse, se elige el primer día y no se puede cambiar; al menos que el profesor lo autorice. Decidí hablar con el maestro antes de la clase para ver si había alguna posibilidad. De momento, tengo que pensar en terminar de desayunar e ir a clase. Recogí un poco por encima y me subí a coger mi mochila. Me apliqué perfume, como siempre hacía. No podía salir de casa sin ponerme colonia, era una manía desde bien pequeña. Me dirigí al coche. Coloqué la llave en la ranura y suspiré. Tenía la sensación que sería un día aún más duro que el anterior. Conducía tranquila, intentando que los pensamientos no me bombardearan. Paré en un semáforo. Observé a mí alrededor. Un coche a cada lado del mío. A mi derecha, un señor gordo, entrado en años y el pelo grasiento. Por la camisa blanca de cuadros, se le aparecía un charco de sudor en el doblez del hombro; en el sobaco. Ante la imagen desagradable, giré mi cabeza hacia el coche que estaba a mi izquierda. Era la típica pareja, o matrimonio, con dos hijos en los asientos de atrás. Un niño de unos ocho años, dando voces, mientras su madre le regañaba. A su lado, una silla homologada con una niña de unos tres o cuatro años. Llorando. Supongo que la madre le estaría echando la bronca a su hijo por despertar o hacer rabiar a su hermana pequeña. Volví mi vista al señor del coche de mi lado derecho. Unas nauseas repentinas, me quemaban el estómago. Su dedo índice hurgó en sus fosas nasales y después viajó hasta debajo del salpicadero del asiento del copiloto. Al volver a pensarlo, me produjo otro ardor en la garganta. Miré por el retrovisor y no pude creer lo que vi. Era él. ¿Me estaba siguiendo? No creo que fuésemos por el mismo camino al instituto.
Sin darme cuenta, el semáforo se puso en verde. El de atrás pitó y salí de mi embobamiento. Volví a mirar por el retrovisor y me percaté que había sido una alucinación mía. Creí que detrás de mí, estaba Alex.
El camino hacia el instituto, pasó sin ningún acontecimiento paranoico ni desagradable. Continué mi trayecto en silencio y mirando al lado correspondiente. En el aparcamiento había un bullicio enorme. Coches aparcados y gente apoyada en ellos daban un agobio terrible. Salí de mi vehículo y a lo lejos lo divisé. Me miraba profundamente y me sonrió. Yo le devolví la sonrisa. Después me saludó con la mano, yo me giré. Vi de reojo su mueca de extrañeza por mi comportamiento. No quería volver a soñar con él.
De fondo, detrás de mí, escuché como decían mi nombre. Me giré y vi a Vega con Fran. Me estaban haciendo señales con la mano para que me acercara. Y así lo hice.
- Hola chicos, ¿queríais algo?
- Hola Catia. Nada, saludarte para ver que tal estabas desde por la mañana- respondió pícaramente Fran. Me daban ganas de vomitar.
- Bien, aunque la mañana no ha comenzado, ya tengo ganas de que se acabe- terminé con un bufido.
- ¿Por qué, te sucede algo?- preguntó esta vez Vega con tono preocupado.
- Nada importante, tranquila. Bueno, me voy a clase- hice el gesto de irme para terminar la conversación pero algo me frenó.
- ¿Qué clases tienes antes de la comida?- cuestionó Vega de nuevo.
- Tengo Lengua, Matemáticas y Gimnasia- contesté sin ganas por la pesadez de las clases.
- No traes el chándal- replicó Fran.
- Tengo poca ropa, aun no me ha dado tiempo a comprar nada.
- ¡Si quieres quedamos una tarde y te ayudo! ¿quieres?- se ofreció ella.
- Eh…- pensé si sería buena idea- , bueno, si quieres… Soy una negada para la ropa- añadí con sonrisa falsa.
- Estupendo. Luego hablamos. Ahora, vamos a clase.
Nos dirigimos cada uno a nuestra clase. Por suerte, Lengua y Matemáticas me tocaban con Vega. En Gimnasia también, pero incluía a Fran. Entre las clases y los cinco minutos de descanso para ir de un aula a otra, estuvimos hablando de salir de compras. No estaba yo muy entusiasmada que digamos, pero necesito comprarla urgentemente. Acordamos en ir mañana por la tarde, después de las clases. Ya en Gimnasia, estuvimos jugando al Bádminton. Era muy torpe, asique no le daba a nada. Me irrité mucho y opté por dejar de jugar. Quedaban escasos cinco minutos, lo que decidí darme una ducha antes que las demás. Por supuesto, el profesor me pedía chándal. Le contesté que acababa de mudarme y no tenía apenas ropa, pero que tendría uno para la siguiente clase. Menos mal que no me tocaba hasta pasado mañana.
La comida pasó tranquila la primera media hora. Todos comíamos sentados y hablábamos de cosas cotidianas. Terminé mi sándwich mixto hace diez minutos y no me entraba nada más. Comía muy poco. Con mi madre tuve muchas discusiones por eso. Noté que alguien daba pequeños toques en mi hombro. Me giré y me quedé sin respiración.
- Hola- saludó de forma angelical y perfecta- , ¿Qué tal va la mañana?- añadió sonriente.
- Eh… - me comenzaron a sudar las manos- , bien, gracias- tosí nerviosamente- , ¿Y la tuya?- empecé a sentir la garganta seca, así que decidí ir a una fuente, pues es lo más lejos que estaba de la cafetería. Solo tendría que atreverme a escaquearme.
- La mía muy bien, aunque queda todavía más clases para…
- Eh…, discúlpame. Tengo sed- dije en cuanto vi una oportunidad para irme. Alex, se quedó extrañado por mi comportamiento, o al menos eso me hacía entender.
- ¡Te acompaño!- ¿Qué, está de broma? Se supone que es para no hablar con él. No era una pregunta sino una afirmación. Iba a acompañarme quisiera o no.
Andábamos por el pasillo hasta la fuente más cercana, en silencio. Me miraba queriendo decirme algo, pero no sabía cómo. Creo que se rindió y lo diría como le saliera.
- ¿Te sucede algo, te he hecho algo malo que yo no sepa?- me preguntó justo cuando vi la fuente de lejos. Corrí hacia ella, dejando la pregunta en el aire. Mientras bebía me la volvió a formular. Seguía bebiendo para alargar la espera de la respuesta.
- Puedes contar conmigo. Dímelo, por favor- rogó. ¿A él que más le da lo que me pase si me conoce de un solo día? Continuaba bebiendo con menos ganas. Ya solo mojaba mis labios porque no me entraba más agua. Ya no tenía sed. De repente, agarró mi brazo y me giró hasta quedarme enfrente de él. Muy cerca. Con la mano libre, me limpié la boca del agua que aún quedaba alrededor. No sé por qué, pero le miré a los ojos y mi cabeza se nubló. Me olvidé de respirar y me profundicé en ellos, olvidándome de la pregunta que me formuló antes. Posando sus manos en mis mejillas, me despertó y miré directamente a sus labios. Él me susurraba algo, veía como movía los labios, diciendo simplemente por favor. Se acercó y cogí aire de golpe en reacción de sorpresa. Posó su frente con la mía. Ahora, más cerca que nunca, deseaba besarle, como en mi sueño. Agité la cara de un lado a otro y Alex apartó las manos.
- Catia, no quiero que te enfades conmigo. Si he hecho algo que te haya molestado, discúlpame, no quería ni pretendía hacerlo.
- Shhh, tranquilo. No me has hecho nada- respondí más calmada, sonriéndole. Seguía teniendo ganas de besarlo, de notar sus labios pegados a los míos. Era un deseo que tenía que ahuyentar, aunque me costara- . Simplemente que hoy me he hartado antes de las clases- mentí, pero no del todo, sin borrar la sonrisa de mis labios.
- Está bien, pero prométeme que si te sucede algo, por pequeño que sea, vendrás a contármelo, ¿sí? Quiero que sepas que puedes contar conmigo- me sonrió.
- No te preocupes que serás el primero en saberlo- le devolví la sonrisa. Él no quitó la suya en ningún momento, lo que me hizo estar nerviosa.
- Vamos, volvamos al comedor antes de que suene el timbre- dijo llevándome con su mano en mi espalda. No entendía como él estaba tan atento conmigo y yo ahora tan distante. Sabía que era lo mejor, alejarme.
Al entrar en el comedor los dos juntos, y solos, todos clavaron las miradas en ambos. Las chicas en él, y los chicos en mí. Avanzamos un poco y dejó caer su mano de mi espalda, soltándome. Me sentí un poco desprotegida y menos calurosa en mi baja espalda. Aun seguíamos uno al lado del otro, pues Alex se sentaba en la mesa detrás de la nuestra. Se sentó al mismo tiempo que me sentaba yo, pero terminó antes. Cuando yo bajaba para sentarme en la silla, me guiñó un ojo y sonrió. Solo le sonreí.
Al girar la cabeza, todos los de mi mesa me miraban sorprendidos. Los demás, ya estaban a lo suyo. ¡Menos mal! Les sonreí tímidamente y comenzaron a bombardearme tantas preguntas que ni me acordaba de las anteriores mediante iba avanzando el interrogatorio. Miles de preguntas en una y otra boca de más. Demasiadas preguntas que ni me acordaba. ¿Acaso quería acordarme? Las únicas que recordaba fueron: “¿Dónde habéis ido?, ¿Qué habéis hecho?, ¿Os habéis besado o solo hablado?, ¿Qué te ha dicho él?, ¿Por qué entrasteis abrazados?”. Lo que digo, demasiadas preguntas, demasiado tiempo y más clases. Aún me quedaba lo peor, estar en Biología con él y a su lado. Sonreí de nuevo a todos sin responder a ninguna de las que me acordaba, ni de las demás que no me acuerdo. Bufé y justo sonó el timbre para la próxima clase. Sentía la sensación de que no estaría a salvo en ningún sitio que no fuese mi habitación, en mi cama, y debajo de las sábanas.

6 comentarios:

  1. in cre i ble!!!! xDD diooss me a encantaoo eso de k casi se besan me a puesto en tension xDD aiisss pero al final no san dao el beso no?= jolin yo kieroo bueno x kerer tb kiero un alex pero k se le va acer..xDDDD sigue asi guapisimaa k me encantaa =)

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  2. jodere..una mañana muy intensa..xDDD
    me flipa el capiii!!! teQ!^^

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  3. Hola Bea, estupendo el capi, ese momento de tensión sexual en que casi la besa Alex, y ella deseando que la besara y sin atreverse a besarle... Ufff!!! cuando mira fiajmene sus labios... Te ha salido chapeau!!! En fin, seguro que Catia sueña con ese momento por la noche. Besitos de tiramisú =))

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  4. menkanta :):)
    segire leyendo la historia,, muy interesante :P
    un beso sige asi ^^

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  5. Gracias niñaaaaas por los comentarios y el apoyo!!! Me alegro un monton que os guste! Espero que os siga gustando. Un beso enorme mis niñas y perdon por el retraso!!! Os Quiero a todas! Muaks

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